Le he sugerido al miedo que renuncie
a ésta sumisa razón
que le es tan fiel como una virgen.
Le he insinuado lo inconsecuente de su querencia
que sujeta las manos de una efigie olvidada por el tiempo.
Se me ocurre que entre ambos,
sólo coexiste una relación de costumbre,
que nada tiene que ver con la supremacía ni la lucha.
Lo he invitado a conquistar nuevas mentes
y, ¿qué crees?
Le ha gustado la idea.
Imagino que por sentirse,
mas que por ser.
Lo hemos intentado todo
y de tantas maneras
que al final,
nos dimos por vencidos.
Indiscutiblemente,
la damnificada se tragó al victimario.
(Habrá sido con los años
y seguramente sin masticar).
¿Qué sería del miedo sin mi razón?
Seguramente,
un nostálgico errante,
un utópico guerrero sin ofensa,
una herida en un soldado de juguete.
Así pues,
he concluido por transformar el concepto.
Sin mí no eres nadie.
Finalmente,
tu esencia es
condicional
a mi debilidad.
Queridos amigos!
Me disculpo por estos días de ausencia.
En éste último tiempo, he vivido una serie de cambios en mi vida, (laboralmente hablando), que me han tenido un tanto ocupada.
No duden que los he leído. A la distancia siempre estoy.
Deseo adelantarles que no estaré hasta la segunda semana de enero debido a unas vacaciones que estamos planficando en familia. Es por ello, que hoy, (pensando en que tal vez no pueda entrar por unos cuantos días), quiero desearles a cada uno de ustedes una muy FELIZ NAVIDAD y un excelente nuevo año de éxito y salud.
Abrazos muy fuertes y por favor no duden que comentaré tan pronto me sea posible todos los poemas pendientes.
Todo mi cariño!