Vida,
¿cuántas son las veces que me has alumbrado?
Se empeña la arpía en matarme.
Que tenga su puño estable,
pues mas de uno la ha burlado.
No han de llorar por mi los brotes,
desnuda la tierra de ajuares
Todavía,
no se han de adorar a los justos
ni se han de cimentar altares.
Aún rebasa la firmeza,
capricho de las deidades.
Vive de desidia el mendigo
y calla el falaz sus verdades.
No me han de cerrar los ojos,
ni han de lavar mi figura.
Medrarán las yemas los prados
antes de perder mi hermosura.
¡Quédate por mi esperando
pérfida dama inclemente!
He de besarle primero
antes de caer
para siempre.
http://registrosdeunavelibre.blogspot.com/
Caro:
Amiga del alma, que alegría inmensa verte por la página. No sabes cuánto te extrañamos.
"Aún rebasa la firmeza,
capricho de las deidades.
Vive de desidia el mendigo
y calla el falaz sus verdades".
De tus poemas lo único que me queda decir es que son bellos. No es por halago es la verdad. Tú eres un gran referente para muchos.
Un gusto enorme leerte.
Serge.