Así son las cosas del amor. Sin darte cuenta, un día lo notas. Sí, dejaste que alguien tenga en sus manos el poder de lastimarte profundamente. Le diste a conocer tu sensibilidad y llegaste a conocer, aunque sea algo, de la suya.
Fuiste valiente, pero ahora te toca demostrar el resto de valentía que te queda. Tomás aire, pensás una y otra vez cómo decirlo. En estos tiempos, eso de ser muy sincero no está de moda, y el mejor no hablar de ciertas cosas se parece al "deber ser" de las cosas.
Por fin llega el momento y soltás ese temido secreto, esperando encontrar la tan buscada coincidencia, el acercarse a creer entender a alguien en este mundo. Pero, con cara de pena, te responde que no, que simplemente eras una fraternal compañía en su camino, que se siente más identificado con su soledad.
Al escuchar terrible confesión, tratás de mantener la cordura, sabiendo que no hay maldad en él y que sin embargo, te duele más que el peor de los insultos.Sí, fuiste sensible mientras el otro racional.
El dolor del ego quema unos días, de a poco irás mejorando. Irás olvidando todos los deseos que tenías por cumplir con él. Y por último, entenderás que quien lo hizo único fuiste vos.
Para todas las personas que como yo, hoy se ven lejos de su "único", ojalá puedan superar este momento y que la esperanza no los mantenga detenidos por mucho tiempo.
Suerte!
