Escuchando un tango entre hilos y agujas, comprendo esa frase. El mayor deseo para la persona amada. Quisieras mantenerlo al margen del mal del mundo, inclusive cuando el aborrecimiento se interpone entre tu cuidado y el ser amado. Ese sinsentido de amar y no ser amado. ¿Hay algo más tonto y a la vez más vívido que eso?

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