Me siento a escribir lo primero que se me venga en mente y en lo primero en que pienso es en tu recuerdo. Tu linda cara, tus ojos alegres y tu sonrisa llenaron mi vida de felicidad. Fuiste como un bello amanecer, una tierna ilusión, un fugaz sueño de amor. Que poco tiempo tuve para mirar tus ojos, pero lo suficiente para alojarlos en mi mente y en mi corazón. Sabes... es difícil comprender que no era el momento o que no eras para mi, pero me consuelan los maravillosos instantes que el tiempo me permitió a tu lado y aunque no estés a mi lado nunca mas y a pesar de todo el dolor que siento y de que nunca me quisiste...Siempre, siempre te recordaré como mi más bella ilusión.Intento ponerme a tu nivel. A veces creo poder lograrlo, pero me pregunto si sera lo mejor. Me pregunto en que grado de locura estare inmersa: intento disminuir mi cariño por ti, para no hacer de esto un caos, y ni siquiera se si lo tienes por mi... sabes bien de que cariño estoy hablando...Intento que mis escritos no reflejen melancolia... Al contrario, todo comienza con aspiraciones, dudas, confusiones... pero llega el momento en que se mezclan y, aunque a mi no me lo cuentan, se aclaran. Luego se manifiestan en un suspiro, en un sonrisa, en un “no tengo miedo”... a intentarlo, pero si a perder,,,No conozco como miran tus ojos de madrugada, y se bien que tu vista engloba mas que la mia. Solo te pido que los hagas pasar alguna vez por los mios y, si algo nuevo ven, no los cierres.Aprendi a no ilusionarme y a pensar con sonrisas. Ahora bien, ¿cómo se aprende a tomar el tiempo como una señal? Me he convencido de no hacerlo.

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