Cuando las olas embravecidas
muestren sus afiladas cuchillas
y te arrastren hacia la orilla,
acunare tu corazón
y echaré al fondo los malos recuerdos.
Te cantaré para calmar las pesadillas
aunque grites en medio de la soledad,
te volveré a cantar una y mil veces
aunque mi voz se desgaste
y me quede enmudecida.
Y cuando todo se quiebre
y las mareas negras vuelvan,
volveré a lanzarte una salvavidas
y te llevaré hasta la orilla
para volver a cantarte,
para volver a calmar tu alma,
para sentir que otra vez
los abrazos interminables
que aún nos quedan
por descubrir en este mar infinito.
Fantástica tu prosa...por algo te sigo.
Feliz año.