En el relato anterior me preguntaste si me gustaba mucho recibir atención, el problema no era si me gustaba o cuanto; sino el porque lo buscaba. ¿Porque busco ser aceptado? No importa de quien se trate, de unos padres, de unos amigos, de una pareja y más aún, de los hijos. Siempre habrá una constante que se atraviesa, aunque lo neguemos hasta el día de nuestra muerte: ¿por qué no me acepto yo?
¿Por qué necesito el amor de mama, el de papa, el de mi hermano, el de mi novia, el de mi amiga, el de mi esposa?
Llenamos o tratamos de llenar nuestro corazón con los sentimientos de otras personas, si alguien nos dice: eres mi mejor amigo, eres mi nieto preferido, eres la mujer que soñé, lo que más amo en la vida, la razón de mi existencia, mi felicidad... uff etc. ¡Todo eso no nos pertenece! Al menos en mi caso, fue el relleno de un vacío que no sabía con que llenar.
¿Por qué no me enseñaron como me debo de amar yo? Tal vez ese fue el error o la falta más grande que tuvieron mis padres; sin embargo ya no les juzgo, porque pienso que la respuesta a esa pregunta es que uno mismo debe descubrir como quererse al menos un poquito. Yo deseaba encontrar el amor de mi vida, y recuerdo que un Maestro, un verdadero sabio me dijo que yo era el amor de mi vida.
También me preguntaste si había valido la pena el dolor y las penas que pasé, y te contesté que sí; y bueno, no te explique el porque, pero aquí encontrarás parte de esa respuesta. Perdí a mi padre de una manera muy cruel y en un momento que yo lo necesitaba tanto. Pasó mucho tiempo para que yo me repusiera de esa perdida, fue un luto que me llevó a desear la muerte, no sólo la mía, sino la de aquellos que tomaron la de mi padre. Sólo en ese momento me di cuanta falta me hizo su presencia, su guía y su amor desde que yo era niño. Fue a través de su muerte que aprendí una cosa de esta vida:
En el transcurso de nuestras vidas habrán personas que llegarán a nosotros y nos regalarán muchas experiencias, y muchas de ellas serán hermosas y otras no tanto, pero todas tienen un fin, y al igual que se van las cosas buenas; también se retiran las personas. Algunas personas vivirán por largo tiempo junto a nosotros, otras muy poco; pero al final todas deben partir incluyéndonos a nosotros mismos de la vida de los demás. El único amor que puede ser eterno es el que tú sientes por ti misma, y al decir eterno, me refiero a que siempre se va a quedar contigo, aún después de tu muerte. Llegamos a este mundo solitos y así vamos a partir.
Esto no es para tener miedo o desesperanza; es para valorar todo lo que tenemos, amarlo y dejarlo libre cada que sea necesario; porque algo más vendrá y si no tienes las manos desocupadas para recibirlo, no lo podrás sentir.
¿Yo me amo? ¿Yo me respeto? ¿Yo me hago feliz a mi mismo?
Cualquiera diría que sí, pero si utilizamos la honestidad en su mínima expresión, la respuesta no es la misma. Y para corroborarlo, alguien me dio un ejercicio, que puedes seguir:
Antes de bañarse toma unos minutos de tu tiempo y mira fijamente la imagen que esta en el espejo, ¿quién es el o la que está en el espejo? Intenta sostenerle la mirada y dile cuanto la amas!
En fin, pasó un buen de tiempo para que yo pudiera sostener esa mirada en el espejo, porque no me quería y menos me amaba. Ahora ya estoy mejor; sin embargo, no logro dejar de sentir todos mis defectos y eso me dificulta avanzar. Aún deseo, de vez en cuando, que regrese mi padre, que alguien me ame y que me permita amarle. Pero para eso primero necesito hacerlo yo por mí.
No sabría decir porque, pero en estos momentos nuestros caminos se acercaron y tal vez duremos muy poco leyéndonos o tal vez sea por largo tiempo, pero lo que importa es que lo estamos haciendo, que nos amemos a nosotros mismos, para que las ausencias de los demás no nos afecten tanto: Ser libres!
Te dije que en tu foto te veías muy bonita y no mentí. Si te pregunté si la dueña de la foto lo sabía, es por que al mirarla vi una mujer que aunque hermosa, esconde su belleza por algún motivo, alguna razón... algún dolor? a esa foto le falta una sonrisa y sólo tú, ni aquél que partió o que no te supo ni supiste valorar, ni alguien nuevo que venga; le podrá otorgar: AMOR
Ahora te pregunto: ¿Cuanto te amas?
Descuida, no es una pregunta para que la contestes, sólo es para que al reflexionarla, pienses más en ti.
También me gustaría dar un paseo contigo, pero por ahora disfruto mucho leyendo tus pensamientos.
Un abrazo y un beso!
31/03/12 09:03
David: Llevas toda la razón . Son huecos, y necesitamos sentirnos aceptados por distintas personas para llenarlos porque nos hieren .
Sí , también llevas razón al decir que tan solo hace falta que nosotros mismo nos amemos, es lo unico importante . Pero es tan difícil a veces...
Gracias, de nuevo., Esconde su belleza por el miedo al rechazo, ella todavía no sabe porqué siente las cosas que siente. Tal vez las siente porque la rechazaron y la tacharon de diferente desde siempre, y eso le dejó una marca en su mente .
"¿Cuanto te amas?" Contestaré a esta pregunta con una respuesta artística .
Pensaré . Lo haré .
Me alegra que disfrutes leyendo mis textos :)
DELOFE: Me alegra que te haya gustado, saludos (;
01/04/12 10:04