-te Pertenezco y Eres Mío-
22 de septiembre de 2008
por benjamin
Durante mucho tiempo deseé que ese sueño se hiciera realidad, aquel pensamiento en el cual tu aparecías y no marchabas nunca. Y aquel dulce pensamiento cobró vida aquella mañana, para deleitarme y hacerme feliz.Y amaneció aquella mañana, dejándose ver el sol, perezoso, entre medio de unas nubes que se unían, como hacía solo unos instantes nos habíamos unido tu y yo, abrazándose entre ellas, queriendo ahogar a un sol dispuesto a dar lo mejor de él mismo, a nunciarse con fuerza.Colándose por los agujeros de aquella ventana de madera verde, unos pocos y difusos rayos de sol penetraban en la habitación dibujando, en medio de una ligera penumbra, nuestros cuerpos desnudos. La ropa, mal doblada, más bien lanzada como si hubiéramos tenido prisa, como si el tiempo de este mundonos faltase para amarnos, hacía que todo pareciera aún más sentido que un propio sueño. Ni siquiera te quería tapar con las sábanas. Quería verte desnudo, arraigado a la cama... quería verte entero, gozar de ese momento que guardaría para siempre jamás, que recordaría hasta el fin. Quería ver toda tu piel que con tanto tacto y sentimiento había estado ligada a la mía durante un rato, un rato que me había hecho sentir que estaba con tigo paseando por aquellas mismas nubes...Timidamente pasé mi mano temblorosa, miedosa, por si en realidad eras un sueño, por tu cara, relajada y dormida profundamente.Suaves tus labios y fuerte tu nariz... tu respiración, húmeda y caliente ahogaba mis suspiros... estabas con migo.Tu torso, caliente ofrecía a mi mano el latido de tu corazón, un corazón que por ahora latía por y para mí, que hervía a mi lado, un corazón que me pertenecía, y un lento y profundo gemido salió de dentro tuyo, que me hizo volver a sentir vivo, que eras real.Siguiendo el recorrido de tu vello, como chorreando por él, liándolo en mis dedos, llegué a tu sexo y me excité. Me excitó pensar que solo unas horas antes ese mismo aparato que yo tanto había idolatrado me había dominado, había penetrado en lo más hondo de mis entrañas, dándome ese doloroso pplacer, repetidamente, dejándome tus marcas, haciéndome sentir que te pertenezco y que eres mío, solo para mi en esos momentos, haciéndome, más bien dicho que nunca, el amor.Me excité pensando que te había ofrecido mi sexo con todas mis ganas, que sintió la humedad y el calor de tu boca, el dulce rastreo de tu lengua, el raspeo de tu barba, aquellos labios que tanto deseé besar y que dejaron mi pene mojado.Y, sí, me acuerdo de sentir tu duro cetro en mi boca, provando su salado sabor, sintiendo todas sus endiduras y formas, toda su fuerza, dominado por la ansia que me hacía comértela hasta llegar a ahogarme para agradecerte el placer que me estabas proporcionando...Excitado de seguir oliendo nuestro sudor en el aire, un sudor mezclado con amor, un olor a cuerpos desnudos que habían dejado caer su leche blanca y caliente uno sobre el otro, el olor a saliva que impreganaba nuestra piel de tanto lamernos y besarnos...Y ví como su pene empezaba a despertar rapidamente, levantándose y reclamándome. Pidiéndome que lo volviera a amar, que le volviese a dar placer. Hipnotizado, como quien escucha un bello canto, lo hice entrar suavemente en mi boca como si fuese el trofeo más dulce de este mundo, poco a poco, sintiendo las vibraciones que me ofrecía la salida de tu primera muestra de éxtasis.Te despertaste de repente, caliente otra vez, gimiendo y cogiéndome del cabello, como dando tu conplacencia, ofreciéndome tu consentimiento para hacerte gozar, moviéndote para que tu verga se colase por todo mi orificio dispuesto a morir asfixiado si hacía falta, solo por darte placer...Los pelos de tu pubis empezaron a fregarse con mi nariz, y sentí el olor que pesprendía tu anatomía, una aire que calentó todavía más mis ganas, que me hizo querer que te quedaras así para siempre, en esa postura. El golpeo de tus testículos, grandes, duros, se hacían audibles al chocar contra mi barbilla, que hacía de tope sin yo quererlo, que paraba mi sensación de fundirme con tigo.Léntamente te diste la vuelta y te ofreciste a mi, abriéndote y dejando al descubierto tu ano, la rosa de tu cuerpo, la entrada a ti, a tus entrañas que ahora querían sentirme, tu preciosa flor, pidiéndome que te hiciera mio, que te la metiese hasta el fondo, hasta que no me cupiera más, haciéndome tu amo, de mi dominio...Fui metiendo mi verga en ti, mientras tu puerta se abría suávemente, dúlcemente, sintiendo tu músculo haciendo fuerza para darme todo lo que yo quería. Y escuché un lamento, y un suspiro y un soplido que me hizo sentir con más intensidad la caliente resbalada placentera que me hacía estar dentro de ti, sintiendo tus nalgas blancas acercarse y alejarse contínuamente, sin descanso, notando la contracción de tu ano continuamente.Y te lamí la espalda como si quisiera deshacerla en mi boca, mordiéndote el cuello, lamiéndote las orejas, para notar que tu piel se erizaba, para sentir tus escalofrios y temblores, cogiéndote de los hombros para poder penetrarte aún más a dentro, escuchando tus suspiros, me cogías de las piernas pra hacer mis envestidas más fuertes, mis empujones más secos...Y antes de salir de mi el nectar del amor, te diste la vuelta para sentirlo sobre tu piel mojada, y esperaste la explosión de tu clímax para hacerme partícipe de ella, tu punto álgido me espró para poder volar juntos, y nos abracemos juntando nuestra piel, nuestros vientres, mezclando nuestros líquidos, mojados, calientes, pegajosos, chorreando por nuestro pecho.Abrazados, mirándonos a los ojos, sin decirnos nada con la boca, por la manera de mirarnos, por nuestras caricias, por nuestra piel, con las manos cogidas como símbolo de nuestra unión, fue bastante para saber que te pertenecía, y que tu, sí tu amado, eras mio. Y poco a poco nuestros ojos se fueron cerrando, cansados, dormidos otra vez, juntando nuestros cuerpos, para hacernos saber que estabamos juntos, mojados de amor, plenos de placer, juntos por fín...FIN
1 Recomendaciones
Vacío1950 lecturas, 3 comentarios
Soy hetero, pero no dejo de reconocer un texto bueno de amor, por el simple hecho de que sea entre homosexuales. He de reconocer que el texto es muy bueno, y las descripciones inclinan al erotismo, del que sienta el amor de esta manera.
E incluso tambi?n, del que no lo sienta as?.
Un saludo, y bienvenido a tus textos, de mi parte.