Exclaustris
Las madrugadas solitarias nos acercan a la soledad, pero solo a la soledad que ya llevamos dentro, igual que las arrugas que son ese algo paulatino que proviene del alma. Al insomnio hay que tratarlo bien, hay que dejarle hacer y cuando estés acompañada desvelarte sobre el cuerpo de la persona amada es un placer silencioso pero gratificante.
Una bonita emoción la que cuentas que creo todos hemos sentido, pero en el fondo esas soledades temporales al final acaban acercando.
Un beso,
Pep
11/11/14 11:11