Puede haber un recuerdo,
el gesto suave de un beso,
tal vez una caricia mojada
por la bruma,arropada en
el viento y a su compás
arrojada, allá lejos.
Pero sobre todo está
el sabor a muchas vidas
pasadas, a suspiros
recorridos a través
de la pátina del tiempo.
Y sobrevive el suave
decir de un te quiero,
de horas transcurridas
oyendo el rumor
del viento,
escuchando murmullos
de mil mares y
tejiendo dulces
sueños de invierno