Invítame esta noche
a bailar a la luz
de la luna.
Déjame que te guíe
a través de la bruma
de los tiempos, y te
llevaré a un lugar
apartado, al amparo
de una montaña,
de un castillo, en
un viejo reino olvidado.
Abre la puerta a
la melancolía, a la
tristeza y al
desamparo; y deja
que fluya en
tus venas el
deseo, el anhelo
y la alegría.
Abramos juntos una
botella de vino;
llena mi copa
y brinda conmigo.
Olvida que la vida
es breve, y apurala
hasta que te
emborraches de
placer, de vino,
de amor y de poesía.
Efectivamente, querida Voces, de vez en cuando hay que soltarse la melena, el que la tenga, y simplemente vivir, sin pensar mucho más, que la vida es corta
Lau y Danae, creo que no hay nada mejor que encarar la vida con algo de alegría, para que cuando lleguen los malos tiempos nos encuentre con algo en las alforjas para enfrentarlos. Gracias por leerme
Perfecto para una tarde y noche de lluvia como ésta, imposible no aceptar una copa de vino que recorre las venas y enciende la chispa, la que desnuda la belleza, y hace concebir la poesía. La que ordena sonidos y silencios y dibuja la música.
Hermoso