Búscame en lo alto
de la montaña,
en el campo,
bajo un árbol o
en la plaza de
un pueblo abandonado.
Búscame donde haya
espigas en el campo
y pájaros en la playa.
Búscame en un libro,
en un poema o en
una carta en un cajón
olvidada.
Y cuando me encuentres,
no tardes en decirme
donde mi mirada
se haya