TusTextos

CrepÚsculo y Guantes

Al caer la tarde
me calzo guantes
de terciopelo
y con ellos te acaricio
quizá para calmar
mi anhelo.

Unos guantes que me
sirvan para tocar tu corazón
y hacerme con él un
recuerdo que llevar colgado
al cuello, como un antiguo
camafeo, tal vez un guardapelo.

Así nunca olvidarás
la suavidad de mis dedos
ni cuanto amor había
en cada uno de mis besos.

Recuérdame en el
crepúsculo como una
misteriosa mujer tocada
con sombrero, con
las manos enguantadas
y los ojos velados
de amor y deseo
Beth09 de noviembre de 2012

6 Comentarios

  • Buitrago

    Terciopelo? Para acariciar?... Tramposaaaaa
    Bromas aparcadas, ya se ve de vuelta la Beth romantica.
    Besos joven

    Antonio

    09/11/12 04:11

  • Beth

    Ah, las pequeñas trampas también están permitidas. ¿O no? Llámalo licencia poética. Si, poco a poco supongo que le estoy permitiendo regresar; pero eso, poco a poco. Un beso.

    Ah, gracias por lo de joven

    09/11/12 05:11

  • Elmalevolico

    jejjejeje tus palabras dicen cosa alguna, pero el poema dice otra... cualquier cosa que te haga feliz yo la apoyo...

    mmmuas!!!

    10/11/12 07:11

  • Beth

    ¿No dicen siempre que las mujeres decimos una cosa y pensamos otra? Pues eso será. Un beso querido David

    10/11/12 12:11

  • Paulitinamente

    Muy bonito Beth , me ha parecido muy sugerente

    10/11/12 05:11

  • Beth

    Muchas gracias, Pauli. Bueno, los guantes en las manos adecuadas pueden serlo. Gilda o Marilyn, por ejemplo. En las mías...más bien no

    10/11/12 06:11

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