No me alcanzará la vida
para darte las gracias
por haber sido mi luz,
mi norte y mi guía;
por haberme dado tanto,
y hasta alas cuando
de todo carecía.
Alas para volar muy alto
aunque luego fuese poco
tiempo el que pude
mantenerme arriba.
Alas que me han
llevado a la gloria
durante un momento,
aunque en picado
llegase mi caída.
Gracias porque me has
enseñado lo que
es amar sin medida,
no importa que
luego el dolor haya
ganado la partida.
Por eso quiero que recuerdes
cada día de tu vida
cuán importante ha sido
que hayas pasado, aún
de puntillas, por la mía.
Guarda en tu corazón
mis versos y recuerda
de vez en cuando, si oyes
música a lo lejos,
como mi mirada en la
tuya con tanto amor
como el de una niña,
cada dia se perdía.
El amor nunca puede escapar de la realidad, cuando este abandona nuestra vida, siempre deja una huella imborrable y un suspiro en la serenidad del viento.
Se nota a la legua que lo quisiste mucho, siento tu perdida.
Un abrazo.