Pues no, pobres, no tienen culpa, pero ya sabes, la metáfora de ponerse gallitos; será porque son los únicos machos, rodeados de tantas gallinas
Cuantos hay asi... y lo peor es que nunca van a cambiar, hay que
tener orgullo, pero no tenerlo por icono. A mi si me parecio bien
la comparacion, sera porque me caen mal los gallos; hace poco me
pico uno y me dejo un cardenal en la pierna, y nisiquiera le hice
algo para enojarlo. Me gusto mucho este poema. Besoss.
Beth:
A mí me parece una buena comparación, hasta vi al gallo erguido, sintiéndose único por eso no soporta otro gallo en su gallinero... pero lo que no sabe es que al final quedará sólo como todo orgulloso, por eso el orgulloso termina amando la soledad.
Muy bueno querida amiga!
Democles jiji no es mi publicación pero quiero decirte que no todos los hombres encajan en los versos de Beth, los hay así y muchos, pero también están los grandes hombres de corazón sencillo, nobles y de grandes acciones.
Un abrazo Beth
Bueno, si, los versos iban dedicados a un hombre, por algo en concreto, pero quiero recalcar que no soy una feminista embravecida que carga contra todos los hombres sin discernimientos. No, hay hombres estupendos, encantadores, y mujeres malas, malísimas. Somos humanos, no quiero hacer distingos entre hombres y mujeres. Ni quiero que ningún hombre se sienta ofendido por ello; estos versos responden a una situación muy puntual que me ocurrió el día que los escribí, y fue en el trabajo, y con un hombre. Pero ...que hay hombres adorables. Lo que pasa es que cuando sucedió el caso, en el instante se me vino a la mente un gallo ensoberbecido. Vale, reconozco que en maldad pocos me ganan. Mea culpa
Beth:
Amiga hay personas que no cambian y tienen una idea equivocada de si mismos, es mejor alejarse de ellas.
Un gusto leerte.
Pd: Los gallitos no tienen la culpa para tal comparación.
Sergio.