Sabes que recuerdo las fechas
como si alguien las hubiese
cosido en mi pecho,
como en amargos momentos
se cosían las estrellas.
Yo pido a Dios olvidar
pero sus ángeles no me dejan,
y por eso no me queda
más remedio que recordar
con dolor cómo eran las
cosas cuando tú y yo
todavía soñábamos
con la primavera.
Ahora que el tiempo ha
pasado y el hada mala
te ha llevado a su cueva,
no me queda más que desear
que también allí llegue
la eterna primavera.
Los versos que se escriben desde la nostalgia, siempre acaban siendo hermosos. Como bello es el sentimiento del amor, a pesar del acontecer del tiempo.