Llévate, si la necesitas,
la luz de mis ojos
y hazte un traje con
ella que cubra tu
piel y nos libre a
los dos de esta sensación
de soledad y despojo.
Agárrate a mi sueño
cuando cada noche
y sin pensarlo
a ti me entrego.
Deja de lado los miedos,
el dolor y el abandono,
subamos juntos al tren
y viajemos sin rumbo
hacia el lugar donde
se entrelazan, en un baile
eterno, mi suavidad y tu antojo
Quizá ese es el problema, querida Asun, mi condenda sinceridad. Tengo que aprender a ser algo canalla, pero...soy demasiado vieja para cambiar. Un beso fuerte
Esa entrega de luz de ojos, de sueño y ese baile final de suavidad y antojo ha reblandecido los duros pensamientos que llevo hoy. Conserva la sinceridad, ser canalla tan solo trae piedras en el camino.