Eres mi descanso, mi paz,
mi medicina y
necesito como el aire
cada una de tus caricias,
esas que sirven para
alargarme la vida.
Envuelveme en tu cuerpo,
se esta noche mi guardián
de sueños, mi bandera
de paz y mi alimento.
Crece dentro de mi hasta
ocupar mi centro,
siembra en mi vientre
como en la tierra mojada
y déjame que me
alimente una vez más
de tu esperanza,
la que me acaricia
los ojos y me enlaza
el alma
Muchas gracias querida. De vuelta a medias. Todavía no estoy en casa y ando de aca para allá, viendo sitios agradables y en compañía de buenos amigos, pero siempre hay tiempo para pasar por esta casa nuestra. Besos
Buscando calma, entre un caminar espeso, con el alma encendida y el vestido traslúcido mostrando el vientre y los sueños; semilla fecunda hundiendo raíces.