Sólo me sentiré libre
cuando me haya ido,
cuando pueda esperarte
mientras te velo de lejos
y te preparo en la sombra
una morada en mi pecho.
Me iré en silencio,
callada, tal y como
a ti he venido.
Lo haré tan de repente
que ni te darás cuenta
de que para siempre
me he ido.
Dejaré en el aire
olor a avellanas,
a dulces, a flores,
a todo lo que yo
por tui he vivido.
No quiero que llores
mi ausencia, ni que
pienses que algo tú y yo
hemos perdido.
No se pierde aquello
amor mio, que nunca
se ha tenido.