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Lo que Yo Quiero

¿Qué se siente cuando el corazón se rompe en mil pedazos y ya no queda en el alma un resquicio abierto para seguir respirando? ¿Cómo se detiene la vida, como se para la sangre en las venas cuando cada nuevo latido representa un sufrimiento sin fin, un perder la vida por cada poro de piel, a manos llenas? ¿Cómo se detiene el torrente de lágrimas que amenaza con ahogarnos de repente, como el agua que mana de un río, como una catarata?
Quiero que alguien me explique cómo se detiene la agonía, como se desahucia a la melancolía. ¿De qué juzgado se necesita la orden para que el sufrimiento se mude de casa y que deje la mía? Aquí se ha aposentado sin que nadie le haya invitado y es tal su fuerza que esta presencia indeseada a mí se me va de las manos.
Mis días duran dos noches, mis noches se hacen semanas, y las semanas tienen treinta días que pesan como amenazas. Mi espalda es frágil y no puede ya más con esta carga. Quiero deshacerme de ella, abrir los ojos de una manera distinta por la mañana; sentir que se ha ido la noche y el sol brilla, bailando sobre mi cara.
Quiero mil soles de invierno que en mis entrañas se abran y una luna que no sea eterna y se haga cada mañana una cama en donde descansar su enojo para que luego la noche sea tierna y plateada. Dame mil goces pequeños que me calienten el alma, que se lleven el frío de mis manos azules y dejen solo luz en mi mirada. Llévate de una vez de mis días la desesperanza; déjame solo en los labios el recuerdo nubes doradas y playas bravías que me mojan los pies como espadas.
Quiero una mañana de tumbas abiertas, esas de soldados que han muerto en tierra extranjera; una mañana llena de luz en donde los niños sonríen, ajenos a todas las penas. Dame luego tardes de domingo, esas en las que me calentaba al sol de una quimera; las que nunca volverán porque los sueños jamás regresan.
Beth11 de marzo de 2013

8 Comentarios

  • Asun

    Qué se siente?, yo puedo decirte que leyéndote he sentido tu melancolía, y tu pesar.
    Cómo desterrarlas y sacarlas de casa?, quizá haya que hacer como con los niños cuando se ponen pesados e impertinentes, hacer que no les vemos, no mirarlos siquiera, y dejarlos hasta que se aburran.
    Así cuando ese sufrimiento se aburra de ver que no te hace mella se irá a otra casa.

    Un beso grande Beth.

    11/03/13 07:03

  • Beth

    Pues creo que tienes razón Asun, mirar para otro lado, como si no existieran. Besos

    11/03/13 08:03

  • Creatividad

    Waow...cuando te pones, te pones!

    Referido aunque la tristeza rebocen tus palabras, la increible manera en por lo menos pones ese rio de emocion hacia afuera, creo que seguramente ayuda. Eres tremenda amiga escribiendo...

    Te queremos y te escuchamos..OK?

    13/03/13 06:03

  • Buitrago

    Bueno, me dejaste ya la mañana si, un poco, como rara, trsite... ains, no se si irme a casa.
    jajaja un gusto volvert a leerte en esta casa

    Antonio

    13/03/13 11:03

  • Beth

    Querida Creatividad, cuando uno está algo triste nada mejor que aprovechar esa tristeza y tratar de darle la vuelta o al menos servirse de ella. Te mando un beso muy grande

    13/03/13 12:03

  • Beth

    Que no, Antonio, que no, que soy dura de pelar. Aquí mi jardín ha amanecido nevado, así que mira, he decidido que no merece la pena llorar demasiado, se me helarían las lágrimas. Un abrazo

    13/03/13 01:03

  • Elmalevolico

    ¿Cómo se detiene el torrente de lágrimas que amenaza con ahogarnos de repente, como el agua que mana de un río, como una catarata?

    Cientos de cosas yo pensaba de un amor que ya no es más, cuando me sorprendió una visita inesperada... Sentí un frío intenso y una gota de sudor me recorrió la frente... mis manos no paraban de temblar y mi pecho se hundía por un dolor que semejaba una saeta cruzándome por completo... la vista se me hizo borrosa y cuando me desplomé en el suelo, supe que no podía mover con facilidad mis manos, porque me golpeé la cara de lleno con el pavimento. Era de noche... una noche fría y con un viento gélido que me recordaba aquellas noches que pasé en el hospital con mi padre... Imaginé que iba a morir... la respiración la tenía muy agitada y mi corazón amenazaba con partir mi pecho y escapar de mi cuerpo... Comencé a despedirme... tal vez dije una oración por miedo a la muerte, la verdad es que no recuerdo los detalles de aquel momento; sin embargo, el tiempo transcurrió y aunque el dolor no cesó en varios minutos, pude arrastrarme hacia la banca del parque en donde estaba... me dolía respirar y me dolía la posición en que estaba recostado... La cabeza me parecía a punto de estallar y mi temperatura corporal estaba muy por debajo de lo normal.

    Sabes... no sé si sea necesario pasar por algo así para poder reiniciar lo que en verdad es importante, nuestras propias vidas y felicidad... pero al menos me funcionó para entender que mi destino y bienestar sólo depende de mí... no le dejaré la tarea de hacerme feliz a nadie más...

    Disculpa la ausencia... bueno ya te conté algo de lo que pasó... jejjej

    un beso y un abrazo inmensos... mmmuas!!!

    18/03/13 11:03

  • Beth

    Gracias mi querido David. No sé lo que hará falta para que yo recupere mi vida, igual algo parecido. Un beso

    19/03/13 08:03

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