Pues creo que tienes razón Asun, mirar para otro lado, como si no existieran. Besos
Waow...cuando te pones, te pones!
Referido aunque la tristeza rebocen tus palabras, la increible manera en por lo menos pones ese rio de emocion hacia afuera, creo que seguramente ayuda. Eres tremenda amiga escribiendo...
Te queremos y te escuchamos..OK?
Bueno, me dejaste ya la mañana si, un poco, como rara, trsite... ains, no se si irme a casa.
jajaja un gusto volvert a leerte en esta casa
Antonio
Querida Creatividad, cuando uno está algo triste nada mejor que aprovechar esa tristeza y tratar de darle la vuelta o al menos servirse de ella. Te mando un beso muy grande
Que no, Antonio, que no, que soy dura de pelar. Aquí mi jardín ha amanecido nevado, así que mira, he decidido que no merece la pena llorar demasiado, se me helarían las lágrimas. Un abrazo
¿Cómo se detiene el torrente de lágrimas que amenaza con ahogarnos de repente, como el agua que mana de un río, como una catarata?
Cientos de cosas yo pensaba de un amor que ya no es más, cuando me sorprendió una visita inesperada... Sentí un frío intenso y una gota de sudor me recorrió la frente... mis manos no paraban de temblar y mi pecho se hundía por un dolor que semejaba una saeta cruzándome por completo... la vista se me hizo borrosa y cuando me desplomé en el suelo, supe que no podía mover con facilidad mis manos, porque me golpeé la cara de lleno con el pavimento. Era de noche... una noche fría y con un viento gélido que me recordaba aquellas noches que pasé en el hospital con mi padre... Imaginé que iba a morir... la respiración la tenía muy agitada y mi corazón amenazaba con partir mi pecho y escapar de mi cuerpo... Comencé a despedirme... tal vez dije una oración por miedo a la muerte, la verdad es que no recuerdo los detalles de aquel momento; sin embargo, el tiempo transcurrió y aunque el dolor no cesó en varios minutos, pude arrastrarme hacia la banca del parque en donde estaba... me dolía respirar y me dolía la posición en que estaba recostado... La cabeza me parecía a punto de estallar y mi temperatura corporal estaba muy por debajo de lo normal.
Sabes... no sé si sea necesario pasar por algo así para poder reiniciar lo que en verdad es importante, nuestras propias vidas y felicidad... pero al menos me funcionó para entender que mi destino y bienestar sólo depende de mí... no le dejaré la tarea de hacerme feliz a nadie más...
Disculpa la ausencia... bueno ya te conté algo de lo que pasó... jejjej
un beso y un abrazo inmensos... mmmuas!!!
Gracias mi querido David. No sé lo que hará falta para que yo recupere mi vida, igual algo parecido. Un beso
Qué se siente?, yo puedo decirte que leyéndote he sentido tu melancolía, y tu pesar.
Cómo desterrarlas y sacarlas de casa?, quizá haya que hacer como con los niños cuando se ponen pesados e impertinentes, hacer que no les vemos, no mirarlos siquiera, y dejarlos hasta que se aburran.
Así cuando ese sufrimiento se aburra de ver que no te hace mella se irá a otra casa.
Un beso grande Beth.