Porque me escuchas cuando hablo,
aún sin tener nada apenas
qué decir;
porque me cantas al oído
cuando no me puedo dormir,
porque me has limpiado alguna
lágrima, y muchas, muchas veces
me has hecho reír.
Porque tus manos me calman
y tus ojos me dan fe;
porque te amo sobre todas las cosas
como se quiere aquello que se
teme perder;
porque tú eres, amor, mi única
razón de ser y un dolor
tuyo levanta en jirones mi piel.
Porque tu música es la mía,
tu presencia mi razón,
porque tú eres, amor, mi impulso,
el leve aleteo que me empuja
cada mañana para volver a empezar;
por eso y por tantas cosas,
quiero que sólo tú seas mi hogar.
Hermoso.
Un afectuoso saludo.