TusTextos

Mientras Llega MaÑana 68

Una llamada a la puerta nos interrumpió. Era Carlos, que había ido a la habitación de su nieta, y al encontrarla vacía pensó que podía estar aquí. Le mandé pasar, y a su hija y a mi hermano, que venían detrás.
-Pero bueno, ¿Os habéis creído que esto es un centro de peregrinación? –les pregunté a todos.
-Venimos a ver cómo está la niña-me contestó mi cuñada. A saber, más bien, si se ha arrepentido y hay que suspender la boda.
-Claro que no, Tita-se defendió Úrsula, muy digna. Simplemente quería hablar con Mamá y con el Barbas con algo de tranquilidad, pero ya veo que es imposible.
-Venga, ahuecando el ala todo el mundo-les dije. Dejad que me ponga una bata y os prepararé un desayuno decente. Y luego, cada mochuelo a su olivo. Os recuerdo que os quiero a todos vestidos y arreglados a tiempo. Eso va especialmente por ti, Daniel-le amonesté. Después de desayunar daré un último repaso a tu traje, y cuando la niña esté lista, te echaré un vistazo para vigilar que todo esté bien.
Me hizo un saludo militar, burlándose de mí, pero no le hice el menor caso. Después de desayunar, Elia, Úrsula y yo nos encerramos en la habitación de mi hija con la peluquera, que acababa de llegar, y no salimos hasta dos horas después, cuando todas estábamos ya preparadas. Los hombres también se habían vestido convenientemente. Daniel llevaba un traje oscuro, con chaleco gris perla, camisa de seda y una corbata un tono de gris un poco más oscuro que el chaleco. Con su estatura y su porte, estaba sencillamente magnífico. Le sonreí, orgullosa, y él, en broma, me hizo una reverencia y me besó la mano. Salimos hacia la iglesia, aunque Daniel y mi hija lo hicieron en otro coche, y un poco más tarde, porque toda novia que se precie tiene que hacerse algo de rogar.
Entré en la pequeña iglesia católica del brazo de Carlos, y nos sentamos en los primeros bancos, los reservados a la familia. Mark estaba ya esperando, con su madre al lado; los dos muy elegantes. La iglesia estaba decorada con lirios y azucenas, las flores preferidas de Úrsula.
Apenas cinco minutos más tarde, a los acordes de la marcha nupcial, entraba mi hija del brazo de Daniel, que rodeaba a la vez su mano, para darle confianza. Al inicio del desfile, ella se detuvo un instante y mi marido le dijo algo al oído. Úrsula sonrió, le besó en la mejilla y continuaron caminando hacia el altar. Me produjo una extraña sensación ver a la niña que recordaba todavía correteando por el jardín, vestida de novia, a punto de convertirse en una mujer casada. Me había prometido a mi misma que no lloraría, pero no pude evitar hacerlo. Y en silencio rogué que fuesen felices, que su matrimonio estuviese lleno de dicha y sobre todo que mantuviesen viva la llama de la ilusión, aunque ya llevasen muchos años juntos. La ceremonia se celebró en inglés y en español. Y los novios, después de pronunciar sus votos, leyeron juntos una hermosa promesa de amor, o una declaración de intenciones, como se quiera decir o interpretar.


Las pequeñas cosas son las grandes cosas.
Nunca se es tan viejo para sostenerse las manos.
Es recordar decir “Te amo” al menos una vez al día.
Es nunca ir a dormir enojados.
Es nunca hablar con el otro solo por ser condescendiente; el cortejo no debería terminar con la luna de miel, debería continuar a través de los años
Es tener un sentido mutuo de valores y objetivos comunes.
Es pararse juntos enfrentando al mundo.
Es formar un círculo de amor que se alimenta en la familia toda.
Es hacer cosas para el otro, no en la actitud de servicio o sacrificio, sino en el espíritu de gozo.
Es hablar con palabras de apreciación y demostrar gratitud de maneras consideradas.
Es no esperar que el esposo use una aureola o que la esposa tenga las alas de un ángel.
Es cultivar la flexibilidad, la paciencia, el entendimiento y el sentido del humor.
Es tener la capacidad de perdonar y ser perdonados.
Es dar al otro un ámbito en el que pueda crecer.
Es encontrar espacios para las cosas del espíritu.
Es una búsqueda común del bien y la belleza.
Es establecer una relación en la cual la independencia sea por igual, la dependencia mutua y las obligaciones recíprocas.
Es no solamente casarse con la pareja perfecta, es ser la pareja perfecta


Mark y Úrsula se marchaban de viaje a Nueva York aquella misma noche, así que cuando ayudaba a mi hija a cambiarse el traje de novia por un vestido normal, de calle, aproveché para despedirme de ella en privado. No me gustan las escenas y sabía que no podría contener el llanto delante de todo el mundo. Yo no saldría a despedirla a la calle con todos los demás; era mejor hacerlo de esta forma. Nos abrazamos sin decir nada; no hacía falta. En los últimos tiempos habíamos estado más unidas que nunca y no necesitábamos palabras. Entró Mark también a despedirse de mí, y luego los dos abrazaron a Daniel. El se quedó conmigo cuando todos se marcharon. Me dejé caer en la cama; estaba muy cansada y me dolía la cabeza. Estaba muy contenta por mi hija, pero había sido un día tan lleno de emociones que no quería hacer nada más que ducharme y meterme en la cama. Daniel lo entendía, sabía como me sentía. Me dio un masaje en los pies, que estaban algo hinchados por haber estado mucho tiempo de pie y con unos tacones demasiado altos.
-No se que haría si tú no estuvieses-le confesé. Y no se tampoco porque te lo digo, porque no es bueno darse tanto a nadie.
-¿Por qué dices eso? ¿No es bueno que me quieras?-me reprochó.
-No, no quiero decir eso exactamente. Pero a veces me da miedo pensar cuanto dependo de ti; cuanto significas para mí. No hace ni un año que nos conocemos y no me imagino la vida sin que estés a mi lado. Eso es lo que me asusta. ¿Puedes entenderlo?
-Si, puedo entenderlo. Quizá porque antes me pasaba algo parecido, al principio. Y también me daba miedo.
-¿Ahora no?
Negó con la cabeza, y siguió masajeándome los pies. Era tan placentero que estuve a punto de ronronear como un gato satisfecho.
-Me he dado cuenta de que es estúpido pasarse todo el día analizando las cosas y queriendo racionalizar los sentimientos. ¿Para qué? Por eso son sentimientos, porque no tienen nada que ver con lo que es bueno o malo, justo o injusto, lógico o ilógico. A pesar de las cosas que nos han ocurrido y del bagaje que los dos llevamos, hemos sido capaces de sortear los obstáculos y hemos creado una vida los dos juntos.
-Pronto cuatro-le recordé sonriendo.
-Si, pronto seremos cuatro. Y que eso te sirva de ejemplo. ¿Tiene lógica adoptar ahora a dos niños de salud delicada cuando nosotros también llevamos a cuestas nuestros propios males? Para una persona que lo vea desde fuera, probablemente no. Pero lo hemos decidido así, porque pensamos que será bueno para ellos, para nosotros, porque tenemos amor que darles. ¿Qué importa la lógica?
Entendía lo que Daniel me quería explicar; y tenía razón. Pero años de educación para hacer siempre lo que los demás consideraban correcto me habían marcado.
Le eché los brazos al cuello, y tiré de él hacia mí. Rodamos abrazados por la cama, riéndonos.
-Pensé que te dolía la cabeza-me dijo al oído.
-¿Me dolía? Puede ser, pero ya no. Así que si eres tú el que estás cansado, tendrás que buscar otro pretexto.
-Estoy cansado, si. El dichoso discurso de padrino en funciones me ha dejado para el arrastre. Pero nunca digo que no cuando se trata de proposiciones deshonestas.
-Oye-le contesté empujándole. Son honestísimas. Estamos casados.
Beth07 de septiembre de 2011

8 Comentarios

  • Vocesdelibertad

    Beth

    He leído tu libro con gran cariño, acompañarte en cada juego de páginas ha sido una experiencia especial y un honor a la vez sentir tan cerca a la escritora de tan valiosa obra.

    Eres una preciosa, Beth.

    07/09/11 11:09

  • Beth

    No me merezco tantos elogios, querida Voces. No he hecho mas que dar voz a unos personajes que me empujaban para que les sacase a la luz. Escribir esto ha sido algo bastante similar a un parto

    07/09/11 11:09

  • Endlesslove

    ayyy Beth, ¡que delicia!, me lo he gozado todo, ¡ tantos sentimientos revueltos!, el desprendimientos de un hijo aunque se sepa que es su felicidad ( no es fácil), los votos, los arreglos. Lo he vivido todo... y el final amiga que ternura, no hubo mejor final que hasta ganas y envidia dan.
    jajaj ;-)
    Un abrazo

    07/09/11 11:09

  • Beth

    Muchas gracias Endlesslove, pero todavía no ha terminado la novela, aunque ya queda muy poco. Os doy las gracias a todos los que me habéis regalado vuestro tiempo al leerla.Eso hace que tenga sentido seguir escribiendo. Un abrazo

    07/09/11 11:09

  • Endlesslove


    Ya me dí cuenta, iré para atrás, ya me pondré al día, que este último ha sido hermoso y quedé con ganas de más …

    07/09/11 11:09

  • Beth

    Muchas gracias por seguir esta lectura. Significa mucho para mi

    07/09/11 11:09

  • Serge

    Beth:
    "Entendía lo que Daniel me quería explicar; y tenía razón. Pero años de educación para hacer siempre lo que los demás consideraban correcto me habían marcado".

    Amita, no sólo le pasa eso a Elena sino a todo el mundo, muchas veces con las mejores intenciones nos han enseñado a seguir un camino equivocado. No es culpa de nadie simplemente las cosas se dieron así, los años y la experiencia nos hacen ver de otra manera la vida".
    Amita por favor que cierren bien la puerta, yo estoy jugando con un ovillo por allí y no quiero interrumpirlos jejejeje...

    Un gusto leerte.

    Serge.

    08/09/11 12:09

  • Beth

    Si, si lo harán. Son discretos y no querrán molestar a mi gatito con cosas que solo deben ser de dos. Una caricia a Su Alteza

    08/09/11 08:09

Más de Beth

Chat