Y yo, que nunca pido nada,
que acepto sin pensar la
suerte o la desgracia que
los hados me tengan reservada,
hoy te pediré una cosa
y no se si eso te agrada.
Te pediré un abanico
que lleve una flor estampada,
te pediré un beso en la frente
y la fuerza de tu espada.
Hoy te pediré que me ames,
que cierres mis heridas y en
mi tu amor derrames.
Yo pido poco, esa es la verdad, será que me acostumbraron de pequeña a ser austera; pero esto que he pedido me parece que quien me lo tiene que dar no me lo negará
En una petición de "nosotros", pulsado desde el interior, con el deseo de que ambos depositen el amor, hay que abrir las puerta del alma porque sucederá que será ungüento para las cicatrices.
Linda poesía
Cicatrices supongo que todos tenemos y hasta es bueno porque significa que hemos vivido. Pero mejor todavía es encontrar a alguien que es capaz de curarlas, de borrarlas incluso.