A veces, amor, el pasado vuelve
y nos hace daño,
abre una herida que creíamos cerrada,
se nos enreda en el pelo
y abre las fauces para que
nuestra mente vuele atrás,
a todos esos años en que
yo no era, tú no
estabas, y la vida fluía,
sin importar nada.
Y entonces, amor, yo te
busco, reclamo tu mirada,
me recreo en tus ojos
y te pido que me ames
como si no hubiera mañana,
aunque mi piel ya no sea fresca
y toda yo parezca, a veces, cansada.
Y cierro los ojos a todo
lo que no sea presente, porque
no quiero sufrir para nada;
prefiero olvidar todos los momentos
que has vivido antes, esos
en los que yo no estaba.
O quizá si estaba, escondida
en ese lugar donde también
yo a ti, amor mío, te guardaba.
Un lugar remoto, donde
la pena no alcanza,
donde todo es inocencia
y yo tengo otra vez
cubierta de pureza la mirada.
Que belleza, pienso que es parte de cada uno como persona debe buscar permanecer en el lugar de lo amado donde la poesía es pureza. Mis saludos, me gustó leer :)