Me acuesto y me
cubro con un negro
sudario, que me
tapa y llama a
las sombras.
Me alimento de hiel,
de lágrimas, de sangre
y de amarga derrota.
Y me bebo tu pena
amarga, mientras la
desolación y tu agonía
llenan mi alcoba.
Pero con el dolor
lacerando mi herida,
con la espina clavada
en mi carne y las
entrañas de pena,
de llanto y de hiel
henchidas,
quiero aún así
emprender rumbo
al Mañana
Doloroso, pero con ganas de ver un nuevo amanecer, con optimismo.
Se nota que eres una persona fuerte, y eso es muy pero muy bueno.
Espero estes bien. Un abrazo fuerte amiga.
Gracias, Alteza. Siempre adelante, como un buen soldado. Fue una frase que leí hace tiempo y la hice mía. Y además con la compañía de un gatito perdulario todo se ve de otro color