Es que no se quien ha dicho que los perros y los gatos se llevan mal. No hay tal; el enorme perro cuida de ellos de dia y de noche. Un abrazo
No se muy bien si te referías a perros, gatos, personas, o todo a la vez, pero como dices en tu última estrofa, algunos tenemos vocación de pastores, y cuidamos de nuestro rebaño, que son los que queremos.
Besos.
Sam es un perro, un perro pastor, y él solito pastorea un rebaño de siete gatos, y cuida de que no se peleen y se porten bien. Pero como buen perro pastor, también se preocupa de que los humanos de su manada se encuentren bien y contentos. Un beso, querida Asun
Beth que afortunada eres de poder tener y saborear esa compania tan grata y acurrucada. Un besito
No le tengo siempre a mi lado, Creatividad, por desgracia. Pero si, es una suerte que me haya adoptado y que haya permitido que le bautice.
Encantada como siempre, muy hermoso tu texto, siempre me voy complacida al visitarte.
Un abrazo calido.
Muchas gracias, y esta vez el agradecimiento es mío y de Sam. A él le encanta que le digan cosas bonitas. Un enorme abrazo
Pero Beth, ¿compartes tu vida con Sam y siete gatos?, claro por eso derrochas cariño y "humanidad", se te ha pegado de ellos.
Besos.
La comparto a temporadas, pero les veo todo los días por esas cuestiones mágicas de la técnica y las comunicaciones. De todos modos, Asun, hace ya tiempo, cuando mis hijos eran pequeños, tenía una gata y cuatro perras. Ah, y un erizo que se llamaba Mofletín. Lo malo es que no se le podía acariciar gran cosa, la verdad.
Muy bonito el poema..............mejor aun cuando dices:
¡Cuánto te quiero
mi pastor de gatos!
Me gustan tus ojos
oscuros, tu pelo
largo y sedoso;
incluso me gusta
que me despiertes
persiguiendo a
tu rebaño felino,
haciendo que cada uno
se coloque en su sitio,
que no crucen la frontera
y se disperse tu rebaño.
realmente me gusto...
pues a mi no me gustan mucho los perros, porque nos confunden con pelotas y si tenemos la mala suerte de encontrarnos con uno... terminamos con kilos y kilos de baba pegajosa. pero bueno, se les tolera.bonito poema señora beth.bye
De una cosa estoy seguro, que los perros tienen todos una personalidad que no se puede modificar; el mío es un oportunista desconsiderado, y eso ya no se le quita, pero también es de la familia y ni modo; llegó para quedarse. Saludos y un beso!
Ah, este perro es un encanto, y eso que apareció en la calle, abandonado y muy maltratado, pero ahora se ha convertido en un gigante cariñoso. Eso si, tiene cierto fetichismo con mis zapatos, le gusta mordisquearlos
En mi casa, cuando era pequeña, convivían perros, gatos, periquitos, galápagos, loros ... en hermosa hermandad.
Me encantan los animales, ya lo ves, y este poema de lealtad y diligencia animal tiene mucho que enseñarnos.
Un beso.
Pues si, Danae, si fuésemos tan "humanos" como ellos lo son, el mundo iría mejor. ¿Te imaginas lo que es ver a a siete gatos en fila y un perro enorme al final esperando a ser cepillados?
Ayyy, Beth, que buen compañero ese pastor tuyo. Cuanto cariño, ¿verdad? Cuantos momentos. Mi gato se ha acercado también a olerlo y después me lo he comido a besos.