Retrocedamos en el tiempo
y de nuevo cuéntame historias
de templarios, de bravos caballeros,
de sueños legendarios.
Viajemos a Sagres por la mañana,
nada más nacer el alba
para recorrer juntos la vida
en cien mil nuevas mañanas.
Tómame de la mano para
subir montañas y recorrer valles,
siempre juntos, desde bien temprano.
Y cuando todo nuestro pelo
con los años se vuelva cano
y para caminar necesitemos
la ayuda tal vez de un extraño,
seguiremos paseando unidos
en este camino que alguien,
no sé quien, nos ha destinado.
Porque una vida no me alcanza
para regalarte mi amor incendiario,
muérete, amor mío, a mi lado,
para volver luego los dos juntos
a revivir todo lo pasado.
La involución del amor, es como el rescoldo de la hoguera , nunca se apaga.
El amor y la historia nos hacen garantes de una realidad que nunca ha de morir, sobrevivamos pues en el infierno del dolor y en la gloria del sentimiento más desalentador.
Vaya, se me ha borrado el mensaje. Decía, Voltereta, que el amor poco tiene que ver con los años y el tiempo transcurrido. Y si, es un infierno en el que nos quemamos sin cesar, a veces creo que hasta con gusto. Saludos cordiales
Te agradezco mucho el comentario, Marellia. Ha sido escrito como un especial mensaje de esperanza porque ahora mismo necesitamos eso, esperanza, paciencia, calma y saber mirar al futuro con buenos ojos.