Hablemos, amor, de
lo que sea, dime
cualquier cosa.
Al fin y al cabo,
sólo quiero oír tu voz.
Háblame al oído,
dime que me quieres,
cuéntame historias
de lugares lejanos
y llévame, amor,
a paraísos perdidos.
Acaricia despacio mi cuello,
que tu mano se detenga
en mi garganta,
que tu barbilla roce mi pelo.
Quiero olisquearte como
una loba a sus cachorros,
beberte despacio, amor,
mezclarme contigo en
un baile antiguo y eterno
que nos lleve más allá
de los dos.
Átame a ti con cadenas
plateadas, siénteme
a tu lado despierto y dormido,
hasta que nuestros sueños
se mezclen, amor,
y se confundan tus recuerdos
con los míos, de esa extraña
manera que tan sólo
consigue el Amor.
Que bonito, no sé si el amor será correspondido, pero el tuyo es pasional y autentico.