Quiero que ahora y siempre
veles mi sueño en la noche,
que cierres la puerta
al Olvido
y que no te permitas
ni un solo reproche.
Necesito tu mano en la mía,
quiero beberme tu aliento.
Aparta de mi la pesadilla
de perderte ni siquiera
por un momento.
Abre la ventana
y deja que se asome
la Luna;
para que nos pueda
ver abrazados,
y ella que todo
lo puede
nos cubra con un
manto de caracolas
y blanca espuma.
Acomoda tu cuerpo al mío,
amarremos nuestros corazones
como el ancla y el navío
donde navegan todas
nuestras ilusiones.
Muy bien Beth, basta de lamentaciones, tu lo has dicho. Ya sabía yo que pronto ibas a regalarnos algo romántico y feliz, nada mejor para empezar el fin de semana.
Besos.
Justo es cerrar la puerta a las lamentaciones y un tanto al pasado y abrir con toda su amplitud la ventana, para que por ella entre el serrín lunar, cómplice perfecto.