Porque yo soy tu mitad
y tú eres la mía
quiero que no olvides
nunca lo que
representas en mi vida.
Porque mil y un años
no se olvidan en
unos cuantos días
quiero que tengas presente
la unión de dos almas
que son una sola
y se aman sin medida.
Recuerda ahora, amor mío,
el calor del fuego
encendido,
la caricia de un
violin que se deja
oir en la tarde, escondido,
y la lluvia que moja
los cristales mientras
el mar nos trae aromas
de un tiempo que
ambos creíamos que
bajo nubes se
había perdido
Precioso amiga.