Es curioso, porque justo cuando dejó de soñar, se paró su corazón como si de un reloj sin pilas se tratara.
Atraída a tu avatar por titular todos tus textos en italiano, una lengua que tanto amo.
Y respecto a este microcuento, me ha gustado mucho la imagen. Dejar de soñar es el fin. Soñemos siempre.
Un gran abrazo.
06/08/13 08:08
Busquemos las pilas de recambio y soñemos hasta que no podamos más, hasta que el reloj tan solo se detenga por acto natural.
Tienes un corazón demasiado grande para que se pare no dejes que nada ni nadie lo haga.
Tu fiel seguidor,
el pferfis :)
12/08/13 03:08