Arrancarme las alas.
Pluma a pluma.
Que el dolor acaricie en oleadas
La carne mía, sin censura.
Poro a poro.
Sin dar tregua al tiempo
Borrarme hasta ser mota de polvo,
Murmullo de concha marina.
Dejar escapar mi alma
De su prisión caliente y palpitante
Para ser una carcasa vacía.
Y al fin,
Con una daga de hoja lasciva,
Al grito que en mi garganta dormita
Y en cada gota de mi sangre hierve
Callar,callar para siempre.