Sueños
Cada noche el mismo sueño antes de dormir. Una noche tras otra. De vez en cuando una nueva escena que aparece en pantalla. Algún que otro cambio de un día para otro. Pero siempre la misma persona. Siempre el mismo argumento. Y siempre el mismo pensamiento sobre que los sueños no se cumplen.
Evidentemente. Sabiendo esto cada día deseas que llegue el momento de ir a la cama. Deseando que acabe otro día más. Deseando reencontrarte con tu pequeño momento de felicidad. Aunque siempre presente la triste realidad, es solo un sueño imposible.
Sonríes. Un acto simbólico e imaginario. Un acto tan irreal como los dragones. Pero que por un momento no importa. Durante esos minutos previos a soñar de verdad eres feliz, y esa es la mejor manera de despedir otro día. O al menos es la mejor manera que tengo el gusto de conocer.
En escena él. Declarándose. Y tú sin creértelo, porque a ti nadie te quiere. Llega el momento mágico, el beso. Y tu cara necesita más espacio para que quepa esa sonrisa. Estúpida sonrisa. Que deseas que algún día deje de ser estúpida y se convierta en verdadera. Pero hasta entonces sabes que solo aparecerá cada noche. Con la cabeza apoyada sobre la almohada, tu fiel compañera. Esa que te conoce mejor que tú misma.
Ahora que lo pienso. Acabo de mentiros. Ese sueño si cambia. No a menudo, pero si cada vez que veo una estúpida película catalogada como "romántica". Porque de vez en cuanto me gusta ser más estúpida. En ocasiones me imagino siendo la protagonista. Viviendo esa maravillosa historia de amor, en la que pese a todo este triunfa y acaban juntos. Que en la vida real sabes que jamás pasaría. Porque no nos engañemos, el ser humano tiene un gran defecto llamado orgullo. Y todos sabemos que en Hollywood este no debe existir.
Pero esto es lo bonito de la imaginación. Que nos da el gusto de soñar lo que queramos. Y lo verdaderamente confortable es pensar en aquello imposible. Porque lo que es posible se alcanza en la realidad, no es necesario imaginarlo. Pero amigo, aquello difícil de alcanzar es lo que debemos imaginar. No para parecer aún más imbéciles. Sino para saber, al menos de manera imaginaria como hubiera sido. Que hubiera ocurrido. O mejor dicho, como quieres que fuera. Porque es lo que tienen los sueños, que puedes hacer con ellos lo que quiera. Puedes ver lo que quieras. Puedes imaginar la perfección.
Esto solo ocurre en los sueños despiertos. En aquellos que imaginas mientras aún no has caído en la telaraña del sueño. Mientras aun estas despierta. Mientras consigues dormirte. Porque una vez sueñas de verdad, una vez que duermes& tu mente es malévola. Tu mente es demasiado inquieta. Y ahora es cuando sueñas lo que de verdad quieres. Porque lo de antes es lo que te gustaría, o lo que piensas que te gustaría. Aquello que va con tus supuestos ideales. Aquellos que la sociedad quiere que sueñes. Pero amigo mío, una vez que duermes tu mente te descubre todo aquello que deseas. Porque no hay músculo más inquieto que el cerebro, y este continuamente está imaginando lo que verdaderamente te hará feliz.
Todo a uno a que muchos decís que esto no es así. Que en ocasiones tenemos sueños raros y abstractos. Que es imposible querer eso. Que nuestro cerebro se fuma algo antes de dormir y tiene alucinaciones. O quizás no. ¿Te lo has planteado de verdad? ¿Te has parado a pensar en aquello que soñaste? Hazlo. Vas a descubrir cómo nuestro cerebro tiene una parte de razón. Porque cuando lo recuerdas despierta el corazón comienza a latir más fuerte. Y eso solo puede significar una cosa, tu cerebro no se equivoca.
Ahora que me estás dando la razón. Ahora que has descubierto tu verdadero ser. Dime, ¿cuántas veces has soñado con algo que en la realidad te negabas a tener? ¿Cuántas? No te engañes. Millones. Más de las que puedes contar. Infinitas. Y siempre te dijiste lo mismo: que sueño más raro he tenido. No es raro, es lo que quieres. El cerebro solo hace hueco a lo que queremos. Si alguien aparece por tu mente inquieta mientras duermes es buena señal. No importa de qué manera aparezca. Lo único importante en toda esta historia es que lo quieres, es que la quieres. Por eso a menudo sueñas con familiares. Por eso tus amigos aparecen. Por eso aparece él... o ella. La cuestión es simple. Hazle caso al cerebro.
A ver si ahora vamos a querer a todos. Prohibidas orgías. Existen muchas maneras de querer. No todo va a ser amor de película. Amigos. Pero de los verdaderos. De esos que dicen que puedes contar con los dedos de una sola mano. Esos son los que van a aparecer en tus sueños a menudo. Porque aunque ahora me contradiga un poco, habrá gente que aparezca en tus sueños. Solo para molestar como hacen el vida real. Y por eso no aparecen a menudo. Solo esporádicamente. Y esta es la clave. Cuando aparecen. Ten por seguro que si aparece cada noche tu cerebro ya le ha cogido cariño. Ponlo en la lista que creas. En amigos o en amor. En familiar o conocido. Pero tenlo o tenla presente.
A menudo será lo que no esperábamos. Nuestro cerebro nos va a sorprender. Jamás pensaste que eso podría ocurrir. Nunca en tu sueño imaginario tuviste presente a esa persona. Pero si aparece en el sueño real& por algo será.
Y tras esta pequeña reflexión. Con los dedos ya doloridos de teclear. Con la vista cansada. Y con una sonrisa en la cara debido a un sueño imaginario. Termino esta entrada. Y recuerda, disfruta de la vida. Rodéate de aquellos que te quieren y a los que quieres. Mantén las distancias con quienes no te hacen bien. Respétalos pero lejos de ti. ¡Vive!
Punto y final.
