TusTextos

Escribo

Escribir dejó de ser un pasatiempo, pasó a ser algo que me apacigua lo más profundo del pecho, cuando no puedo respirar, en el momento que siento que ya nada puede salir peor, tengo esto, una brecha entre lo real y las miles de historias inimaginables que jamás podría vivir. El viaje de los sueños que se esconde cuando dejo mover los dedos, cuando el teclado escupió su último pedazo de misericordia. Es el regreso hacia el pasado mirando por un agujero muy pequeño el futuro, siendo un trotamundos de lo desconocido, apiadado entre papeles que nunca me animo a releer, sostenido por el umbral de recuerdos frescos que me hacen llorar y reír.

Manipulando realidad camino por la piedras que una vez me quebraron, en un tramo irregular escapo para ver lo que nunca vi, sonrío, lloro, sufro el miedo y la felicidad, conozco personas, historias, cuentos, fabulas, muestro el placer de vivir en lo que siempre quisiste, porque puedo.

Tras el pacto de una pantalla o un papel, de pixeles o tinta, de bolígrafo o teclado, juré volver cada vez que sea necesario, con sonrisas o lagrimas, hoy me toca volver sin nada, buscando lo que creí haber olvidado, que es la alegría de sentirse libre por el tiempo que dure. Son solo unos instantes, pero son los más felices o lo más tristes, es el sentimiento llevado al extremo, con llanto o el pecho que desborda, el tratado del perdón para el que una vez se sintió el más débil, el redentor que espera lo inesperado en cada trazo de lo que puede no llegar a existir.

Hoy no hay amores, poesías de remedio, canciones sin estribillo ni el famoso te extraño, esto es un homenaje a lo que muchos llaman escribir, para mi es el pase a vivir mil vidas, tratar a lo desconocido sin alfileres, buscar las verdades y transcribirlas en las mentiras que podrían llegar a ser. Luchar con gigantes y morir en el vacío, para revivir de astronauta o escritor en un café escribiendo el premio nobel literario.

Es el sonido del silencio que abruma y calma, el olor a café y la tierra mojada. La lluvia en percepciones de incógnita, el silbido de un viejo escuchando la radio, la mano de una madre que seca las lagrimas del niño lastimado, es ver a la palabra pegando en el corazón, rozando los sentidos que pensabas que no tenías, es la piel de gallina y el gol en contra, orgullo y perdón, odio con amor y las metamorfosis del iris cuando te está por explotar la felicidad.

Gente, si vieran, si me vieran como escribo esto, como me tiemblan las manos y la mente por momentos se me queda en blanco mientras sonrío a las 5 de la madrugada, entenderían lo que se siente, quedarse hasta tarde para dormir tranquilo.

Hoy no me tocó vivir una de las miles de vidas, hoy viví la mía propia. Ya está amaneciendo, mañana no será otro día, mis días pasan en cada frase de lo irracional al borde de la cordura. A mi me gusta, así vivo, así respiro.

Así escribo.
Cafefrioenpapel17 de diciembre de 2017

1 Recomendaciones

2 Comentarios

  • Oliviaferrer

    Se nota. No solo por esto, por todo, todo lo que escribes, increíblemente mágico. A mí, por lo menos, me hace levitar. Sentir algo que no es mío y siento cerca. No sé expresarlo, solo sentirlo.
    Qué grandeza la tuya.

    17/12/17 08:12

  • Remi

    Uffff... ¡y como escribes! te admiro ¿sabes? la facilidad que tienes para plasmar emociones. No puedo estar más de acuerdo con Olivia, disfruto leyéndote es... "increíblemente mágico".
    Gracias, un beso.

    19/12/17 08:12

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