TusTextos

Insomnio, Tabaco y Café

Tengo la coartada perfecta para no dormir, te sigo esperando, rogando porque te aparezcas y me abraces aunque sea una última vez. Son tantos otoños con moños de etiqueta que perdí la cuenta de las veces que desperté y partiste. No quiero escribir un te extraño entre la densa niebla, pero siento que es la única manera de hacerme escuchar, callar fuertemente los gritos de silencio, mientras miro con ternura tu foto y lágrimas de papel te recuerdan con medias risas entre anécdotas e historias.

Lo siento, mira que lo intento, me someto a tratar de seguir, a vivir cada segundo del día como si fuese el último que me toca transcurrir, pero me está saliendo mal. La ebria soledad, que molesta entre noches cálidas, no tiene el significado de estar solo, simplemente que no estas tu.
El péndulo se rompió desde que no estas, los días duran como dolor de muela, o terminan en lo que dura el para siempre de los quince años, en un minuto mi reloj ya no funciona y al siguiente atrasa dos, y así vivo sin sintonía, a destiempo del tempo que marcaba un Statu quo cuando escuchaba tu risa.

¿A qué clase de viento tengo que soplarle mis secretos para escucharte hablar? No existen negativos que se puedan revelar, que me hagan sentir tu calor otra vez, tus insultos de kermes, tu sencillez y como el pecho se me inflaba cuando te nombraban.

Tengo un nudo en la garganta que me enreda las manos, me trastabillo con los renglones pero intento retratarte palabra a palabra. La sonrisa que ocultaba un pasado de alfileres y los mil intentos de que todo salga bien aunque de principios te manejabas.

Yo se que me leerás, de alguna manera. El insomnio, el tabaco y el café me estarán acompañando hasta ese día, ese día que yo sepa que estás bien, que ya no hay cosas que decirse, ni perdonarse. Me decidí escribir te extraño en una botella y dejarla a la orilla del mar. Todo pasa, todo se lee, todo escribe.
Cafefrioenpapel28 de noviembre de 2016

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