La Vida es una Sonrisa
Recurrí a pasar días encerrado en mi habitación, miraba el techo y no me dejaba de preguntar "¿Qué fue lo que hice mal?", pero no hice nada. La realidad es tan difusa como los ojos de una persona con miopía, creemos en cosas y buscamos las explicaciones que, a veces, no tienen una explicación. "Si no es, no es", es la frase cliché de mis amigos, y depende de como esté uno en ese momento, lo sube un poco, o lo baja más al ras del suelo. Pretendemos que todos nos entiendan, que la vida es igual para todos y en realidad, cuando nos preguntamos los porqués a los sucesos, es que ninguno sabe lo que la otra persona está pasando, y solo nos basamos en conjeturas de nosotros mismos. Cuando amamos y no entendemos, es porque queremos que la otra persona sienta lo que nosotros sentimos, pero cada uno siente de distinta manera y lo expresa de muchas formas. Lo que cuestionamos no es al otro, es a nuestro propio ser queriendo que todo sea como nosotros queremos, un pensamiento egoísta del que nadie se puede escapar. Es así, nos marcamos como vacas el corazón y le damos drogas para que se ilusione, para que viva lo que imaginamos en algún sueño, todo es lindo hasta que la vida real nos hace chocarnos contra eso, la realidad.
¿Cómo se sale? esa es la pregunta clave, que se responde de distintas maneras, porque cada uno tiene su propio argumento valido y forma de poder sobrellevar la situación. Algunos beben, otros fuman, otros duermen, hay personas que les da exactamente lo mismo, otros se refugian en sus hobbies, amigos, familia, o incluso lo superan a solas. A ponchazos nos formamos, es verdad cuando dicen que la vida te caga a palos, terminamos perdiendo por knockout y esa flojera de levantarnos un sábado a las 15:00 después de haber dormido 12 horas, es señal de que ya nos pegaron suficiente. Y está bien, aunque no queramos admitirlo, aunque nos duela en el alma cada situación y terminamos por decir "Me quiero morir", es parte del todo, del drama y peso que le damos al momento; cuando viene gente y comenta que el pasó por cosas peores y que lo tuyo es un mero problema de adolescentes, es cuando comprendemos que nadie nos podrá comprender del todo, y solo nosotros podemos ponerle el valor a cada situación. Pero no deja de estar mal tampoco, cada quién tiene sus propios dramas de vida y son suyos, no sirve de nada la comparación esporádica, esa que lanzamos en un bar con un par de cervezas y entre risas decimos "Te pones mal por esto, pero si a mi se me murió mi viejo y mirá, estoy re bien". Uno capaz que tiene a su padre vivo y no pasó por una situación similar, pero te puede estar pasando algún problema laboral, de amor, de amigos, de vos mismo cuando te mirás al espejo y no te gustás ni un poco. Es así, aunque nos duela, nadie nos entenderá del todo y por eso las preguntas y consejos, solo sirven de guía para después nosotros tomar la decisión final, ya que como dije antes, nadie sabe el peso que tiene ese problema adentro tuyo.
La vida son tres días, y algunos están terminando el primero y otros el segundo. Hay motivos suficientes como para que uno refute las frases trilladas de "no te pongas mal", "la vida es una sola", "disfrutá tu edad". Por eso, lo mejor es sonreír, y no es de valientes sonreír con el alma rota, lo cursi lo podemos dejar para la novela, es lo mejor porque aunque necesitamos ayuda, del psicólogo, de los amigos, familia, etc, solo nosotros tenemos el final. Pero ese el chiste de la vida, si fuese recta y perfecta, no sería como una sonrisa que arranca en la cima, baja y luego termina arriba de nuevo. La vida es como una sonrisa.
