Noches Sin Dormir
Aquí me encuentro, somnoliento, escapando de las preguntas que aparecen en mi almohada. Lápiz, papel, un café, lagrimas y recuerdos. No puedo pedirte mas nada, si ya no me escuchas, si ya no me lees, si ya para ti no existo. Me estoy enfocando en muchas cosas de la vida, menos en vivirla. No me preguntes porque, no me preguntes en que sentido hablo, porque ni yo mismo me entiendo. Voy arrancándole hojas al cuaderno, no me gusta como escribo. Tacho palabras, las vuelvo escribir, creyendo que en imprenta o cursiva algo cambia, esta todo dicho, por mas auto engaños, sigue igual.
Jugué un partido de naipes con dados, me equivoqué de camino, de frases, de sentimiento. Aún así, cuesta soltar esa mano, la misma que me acarició, la misma que me calmó, la misma que me curó. Escribo por mi, aunque hable de ti y dibuje un nosotros en la pared. Te maldigo, insulto tu nombre y tu persona, hablo del espejo, porque me veo y veo errores.
¿En que momento deje de respirar? Debió ser cuando me besaste, cuando robaste todo mi aliento y con una sonrisa, mi corazón. Como te desprecio, te odio tanto que no paro de quererte, te olvide tantas veces que tatué tu nombre en mi cabeza, allí, junto a tus ojos y el recuerdo de tu cuerpo. Imagina cuanto daría por volverte a ver, aunque sea de lejos, caminando, sentada en el parque, riendo, si no puedes imaginar es porque no existe aún lo que daría por verte.
Voy a escalar la cúspide mas alta de sueños, gritaré tu nombre con la esperanza de que me escuches. Dame todas las razones y aun así no dejare de quererte. Busco la salida a tantos laberintos, busco una rosa en el pantano, así estoy, perdido, camino por inercia.
Es tarde, el sol saludará y traerá nuevas oportunidades, o así se dice. Mientras tanto, sabes quien soy, quien te escribe, quien te cuida, quien te quiere, sabes que te hablo a ti, haz presencia y dime que sientes o sácame de tu vida del todo. Que ya no soporto estar pendiendo de un hilo, estar entre la tinta y el papel, escribiendo plegarias a las estrellas, rogando tu llegada, tu regreso, tu mirada.
Hay veces, que se dice que lo bueno siempre tarda en llegar, que llega solo, yo creo que lo tuve y supe como desperdiciarlo. Sin mas que decir, es tiempo que duerma, así te veré, tocaré, besaré y despertaré una vez mas sin tenerte, pero se que allí estas, sonriendo, dándome un sentido a esto que le suelen llamar vida.
