-Ya no hay nada más que hacer.. todo está perdido, ahora ¿qué soy yo sin ti? ¿nada, tal vez? - Decía una estúpida, cegada por el amor, cegada por la desesperación de perder a esa ''gran'' persona que tenía a su lado.
Con el paso del tiempo..
-Te echo de menos..no se qué hacer sin ti, eras mi mundo, eras mi universo.. y te perdí, ¿quizás soy tonta por hacer que yo misma pierda a lo que más quería?..-Seguía diciendo esa estúpida, cegada por la tristeza que le había causado esa gran perdida.
Y hoy dice..
-¿Por qué? ¿Por qué no me di cuenta de que estaba sufriendo por un idiota? No me había dado cuenta de las grandes personas que tengo a mi al rededor y que hoy están aquí junto a mi para hacerme feliz y que jamás se irán de mi lado, por nada del mundo.
A veces, nos cegamos tanto por las cosas que no nos damos cuenta de que la vida está para disfrutarla, no hay que estar sufriendo por ningún idiota, ni por ninguna putilla, porque, las personas somos los animales más inteligentes de éste mundo y aunque a veces seamos estúpidos no hay porque serlo durante el resto de nuestras vidas.