De entre todas las flores, busco aquella con especial aroma
Aquella que mi nariz detecte y me haga perder la cabeza
La cual sus pétalos, al verlos, me vuelvan loca
Y me seduzca el encanto de su rareza

Una flor cuyo tallo sea afilado
Pero no para que pinche o corte
Sino para que mis dedos y piel sepan que no cualquiera puede estar a su lado
Y que la suavidad de sus hojas haga que pierda el norte

Una flor que beba alientos y suspiros,
Absorba lágrimas y sonrisas
Que se abra con cada nuevo respiro
Y, que de éste, engulla su brisa

Pero lo que más deseo es mirar a ésa flor,
Y que su esencia penetre en mí,
Sin importar cuan infinito o precario pueda ser su amor
Para que en mi alma pueda crecer un nuevo jardín

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