Mi Decisión
Un día me pidió que fuéramos uno solo, acepté, aunque no me esperaba que fuera a suceder tan rápido. Le di una oportunidad de darle una parte de mí que no todos conocen, ¿la aprovechó? Le dije que era algo rápido, lo vio igual que yo, sin embargo, ambos quisimos quedarnos. Los primeros días corrimos sin control, nadie nos detuvo, teníamos que vernos constantemente, aun cuando no duraba el dinero. Sabíamos que no era tan prudente escaparse, que algún día iba a detenerse esto, pero seguimos corriendo. Hasta que un día dejó de correr, ya no pudo seguir mis pasos, y decidió que era suficiente.
