No esperes que dé mi vida por ti
Tampoco podría serte fiel en el infierno
Ya entregué mi alma aquí
Donde te atravieso con un cuerno
Nada tienes que perder
Pues consolar es mi trabajo
Tu amanecer y atardecer
Tatuando te ahí debajo
Ya bella de lo bestial
Sexy mirada y pandero
Profundo grito celestial
Déjame ser rosa en tu florero
Príncipe negro tal vez caballero
Al diablo la fama solo tu piel
Cualquier polvo menos te quiero
Eres panal lleno de dulce miel