Epílogos
Ya todas las cartas sobre la mesa
y dispuesto para llegar ya el final
tras historias y sueños de vino y sal
a cuestas con la gran losa que pesa
saber desde el albor, de tu alma presa,
la presencia en tu devenir de un zarzal
que no es veneno inmediato ni fatal
mas en tu vida deja huella impresa.
Pero como todo en esta cruel vida
uno se puede crecer, o perecer,
levantarse o yacer tras la caída
querer un día, llegar o no a ser
el que a cada trance encuentra salida
perseverando con orgullo en creer.
Tras multitud de páginas leídas
acontece por fin el desenlace
y un sentimiento triste y feliz nace
por las imágenes sobrevenidas
alegría al haber sido vividas
la tristeza a término que subyace
por carrusel de emoción que complace
un canto de sirena salvavidas
en sabia prosa, delicado verso
y como elemento mitológico
personaje real de un hoy diverso
esquivando aquello patológico
y a cada paso buscando el reverso
que dé sentido a este caos lógico.