Las manos en el suelo y tratando de ocultar, con el barrido de sus dedos, restos del objeto cilindrico que ahora habia adoptado una forma un poco abstracta, casi Galaxica, en esos ladrillos centenarios. La ansiedad le desbordaba pero sabia que tenia que contestar a esa "otra" voz que acababa de oir..., antes de que se extinguiera.
Asi, que se apresuro a alzar los ojos un poco mas alla de sus manos,
pero su pelo largo, brillante, marron clarito,- ahora hecho un lio por completo,como el flequillo de un caballo- se interponia entre ella y el mundo ante de si...
-Oh no!-
Exclamo Raquel.
Desesperada, recogio el suficiente aire; y soplo con fuerza hacia arriba de su nariz; evitando asi el contacto entre su pelo y sus manos sucias, mojadas y con algun que otro cristal incrustado.
Y como hierba que ha sido acariciada por el viento, su cabello, se desplazo hacia la derecha, para quedarse revoloteando el suficiente tiempo y poder observar.
Una sonrisa se dibujo instantaneamente en sus labios mientras que sus parpados daban permiso a sus ojos para mirar...
Leo tus descripciones, y desde luego, no puedes remediar que asome tu gusto por la lírica. Ni falta que hace evitarlo, porque es un plus más para tu prosa.
Sigo leyendo.
Beso