Una caricia
se une al tacto
de una expresion,
de presencia
divina.
Una imagen
de bondad invisible
que rodea tu espacio,
que se alinea con la vida.
Mas alla de los montes
mas alla de la colina,
se une el cielo...
se une el,
se une...
con una sonrisa.
Y yo respiro
calmada, yo respiro,
porque la vida,
de colores,
la vida
sigue siendo mia...
¿Cómo se puede vivir sin caricias? Sería como pedir que alguien viviese sin agua, ¿verdad?