Te miro y pienso...
Cuántas personas te han perdido.
Por no conocerte.
Por no molestarse
en mirarte
ni asomarse
al balcón de tu mirada.
Un balcón donde no existe
el vértigo
ni el miedo a las alturas.
Un balcón
donde uno nunca se imaginaria
que tendría
las mejores vistas
a la ciudad.
Y las mejores vistas
a la vida.
¡Que bonito! me encanta Cucua, saludos.