Penitencia
La pena, que redime mi pecado
que doblega en silencio a mis heridas
la cual desangra mis muñecas vacías
Se desliza por mi rostro mojado
La pena, que en el silencio ha brotado
Entrando por las ventanas cerradas
Arrinconándome en sombras macabras
Me noquea con un recuerdo quebrado
Derrama llanto y sangre en mis renglones
Transforma mis dudas en decisiones
Nace al mismo tiempo que muere rota
Mi pena teñida en grises colores
Débil y agotada por mis errores
A gritos de silencio me derrota