Mirar hacia atrás nunca ha sido una costumbre mía, analizar mis acciones, lo que hice, lo que dije o deje de hacer. Para mi lo hecho hecho esta y poco se puede hacer al respecto. La culpa nunca ha sido una condición que conozca muy bien, tampoco el remordimiento ¿Para que? La autoflagelación mental simplemente no me va.
Para que arrepentirte de algo que no puedes cambiar? Siempre he tomado las malas decisiones o muy malas decisiones si bien como experiencias irrepetibles, pero jamás como algo culposo o corrosivo.
Me veo a mi misma como uno de eso ratoncitos de laboratorio, esos que se electrocutan cada vez que tratan de tomar el queso, eso hasta que descifran el camino seguro en el cual alimentarse no le ocasionara una nueva descarga casi mortal. Claro que presumo de ser un ratoncito listo de los que aprenden a la primera. Con una basta!!
Siempre he preferido esa sensación post daño de
Upss!! No lo hubiera hecho, a la de
Upss!! Que hubiera pasado si
??
Ahora es que comprendo que la retrospección no es tal maligna, que tus acciones cualquiera que estas sean, buenas o malas si traen consecuencias y tarde o temprano terminan por alcanzarte.
Hay un dicho tan recurrido que dice Lo que siembras cosechas y yo me he pasado una vida sembrando meras vanalidades, cosas sin importancia y superfluas, cinismos, decadencias, vicios, enemistades, desamores, experiencias inmencionables, apatías, desasosiegos, desencantos, paradojas, rencores
bueno esto tomaría un tiempo.
El punto es que la cosecha no se deslumbra prometedora