Desde que te tengo exilié a la tristeza,
sólo tu y alegría moldean mis días,
y mientras subo la cresta de nuestra relación,
se ve todo mejor al estar tan arriba.
Desde que te tengo mi cama siempre es verano,
atrás quedó la oscuridad y el frío,
comparto contigo todos mis pensamientos,
y el corazón late en mi pecho pero ya no es mío.
Desde que te tengo vivo bailando,
la armonía que se escucha cuando me hablas,
y con tu sonrisa podría hacer una fiesta,
cuando lo haces desnuda desde la cama.
Desde que te tengo observo poesía,
cuando te tengo frente comienzan los versos,
y quitar tu ropa es un delicioso delito,
por el cual tu cuerpo me mantiene preso.
Desde que te tengo llevo una doble vida,
uno cuando estoy sin ti y otro contigo,
uno miserable, y el segundo dichoso,
el primero moribundo y el otro vivo.