No se rasgaron los tupidos velos del deseo,
ni cayeron las estrellas fugaces del cielo,
no temblaron constelaciones con tu silencio,
ni por tu ausencia faltó a su cita el tiempo.
No se ocultó el sol, ni sus rayos de vida
dejaron de calentar mi piel día a día,
la luna siguió asomando su faz querida,
sus fases, una a una, se sucedían sin prisa.
No se heló mi risa, ni se anegó mi llanto,
mi mundo imperturbable seguía girando,
no se disiparon mis certezas ni acasos,
mi yo inquebrantable los seguía forjando.
Y sin embargo, en algún lugar recóndito,
en oscuro umbral del corazón y su abismo,
se mantiene aún puro el recuerdo indómito
de tu mirar y tu sonrisa; y no es espejismo ...
Pues yo te sigo añorando, amor, a pesar mío ...
Danae:
Me gusto mucho tu añoranza, pero como dice una canción "el mundo gira aunque no estes" y debemos seguir, no sé si habrá sido un buen o mal amor pero su marca quedo y la llevas en el corazón.
Un gusto leerte amiga.
Sergio.